Empieza con un fin en mente

Hoy el post es algo diferente ya que voy a hablaros por fin del segundo hábito para convertirnos en muy efectivos, según Stephen Covey. Aquí os hablaba del libro que a mi me ayuda bastante para hacer toooodo lo que tengo que hacer y no morir en el intento: Los siete hábitos de la gente altamente efectiva. Y aquí os hablé del primer hábito: La proactividad...

Pues hoy toca el segundo, también súper importante, que es empezar con un fin en mente.

Porque por muchas cosas que hagamos, por mucho que llenemos nuestras horas de actividades y más actividades, por muy eficaces que parezcamos...puede que toda esa actividad no nos lleve a lo que de verdad nos importa. Y resulte que conseguimos cosas que no nos satisfacen en realidad.

Resulta muy fácil estar súper atareado y dejarse llevar por la actividad frenética de la vida, pero si no sabemos el rumbo no llegaremos nunca a nada importante para nosotros.

Hay veces que parece que tenemos unos objetivos y luego resulta que estamos siguiendo lo que han escrito para nosotros otras personas o las circunstancias. 

Por tanto, debemos ser capaces de decir quien queremos ser y qué queremos conseguir, tener un fin en mente de acuerdo a nuestros valores.

Mucha gente lucha toda su vida por trepar por la escalera del éxito pero a veces lo hacen a costa de otras cosas mucho más importantes como la familia, los amigos, o incluso la salud...y se dan cuenta tarde.

Por ello hay que pararse a reflexionar sobre cual es nuestro objetivo, nuestro fin, y tenerlo en mente siempre para que todas nuestras actividades estén en consonancia con él.
A la hora de definir nuestro objetivo o fin, debemos saber que en la vida tenemos varios roles y deberían estar equilibrados. Estos roles pueden ser:
- familia: rol como hijo o hija, como padre o madre,  como hermano o hermana, como mujer o marido...
- amigos
- trabajo
- otros diferentes: sociales, etc.

Cuando digo equilibrados quiero decir que si alguien por ejemplo, sólo se dedica a su rol trabajo porque  su objetivo principal es triunfar laboralmente, y desatiende el de padre o el de los amigos, pues a la larga por mucho que tenga éxito se sentirá mal y ese éxito no le compensara lo que se ha perdido en los otros roles.
Espero que os sirva y os de que pensar... Y lo podemos aplicar a todo...si lo aplicamos al blog, por ejemplo, muchos nos preguntamos a veces cual es nuestro objetivo cuando decidimos escribir un blog...realmente¿qué queremos conseguir?
Y vosotros, ¿tenéis claro vuestro objetivo?