Espejo LOT de IKEA con marco de ramas

Hoy viernes os muestro un proyecto DIY que podéis hacer este finde sobre todo si salís a dar un paseo al campo, aprovechando el buen tiempo.
Se trata de un espejo de pared con marco hecho con ramas y cartón reciclado.
La decoración con ramas me encanta, y éste es uno de esos proyectos en mi lista de pendientes de hacer desde hace tiempo. Ya he  hecho alguna cosita con ramas, como este soporte de cemento y ramas, y la verdad es que tenía muchas ramitas recolectadas a las que quería dar uso.



MATERIALES
- Espejo cuadrado. Yo he usado uno de los espejos LOT de IKEA. Vienen 4 y se pegan a la pared mediante cinta de doble cara
- Cartón fuerte. Yo he usado la caja de una aspiradora que compré, con un cartón durísimo con el que hice los pinitos de Navidad
- Pistola de silicona
- Ramas
- Cinta de doble cara (los espejos LOT ya la traen)
- Cordón natural para colgar
PASOS
- Recortamos un cuadrado que sea más ancho que nuestro espejo, dependiendo de cómo queramos nuestro marco de ancho.

- Pegamos el espejo LOT con la cinta de doble cara que viene incluida, centrándolo en el cuadrado de cartón

- Comenzamos a pegar ramitas alrededor con la pistola de silicona, tratando de cubrir todos los huecos, eligiendo ramas del tamaño adecuado.

- Al terminar, hacemos unos agujeros en el cartón con una aguja fuerte y pasamos el cordón para colgar el espejo en la pared. Seguro que hay métodos más profesionales para colgar pero a mi por ahora éste me vale.

Y a disfrutar de nuestro espejo...

Yo lo he puesto en la entrada de casa y, a petición de mi hija, lo he puesto un poco a su altura para que pueda mirarse cuando sale. ¡Mira que son presumidas!
Lo bueno de estos proyectos DIY de bajo coste es que cuando te cansas los puedes reconvertir de nuevo ya que no son más que ramas y cartón. ¡Así que ya tengo mi espejo de ramas Pinterest por cero euros! (ya que el espejo LOT de Ikea ya lo tenía por ahí pululando desde hace tiempo, a ver que hago con los otros tres...).
Este proyecto participa en el finde frugal de Marcela Cavaglieri.
¿Os animáis con las ramas?
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